de andares y pesares

De vez en cuando, me doy cuenta de todas las cosas que me son imposibles y reviento en llanto. Me doy cuenta de que cuando lloro soy más yomisma y medetesto, por que no hay nada que yomisma odie más que los blandengues.

Ese día, empecé a beber vino tinto, y a leer a Bataille, ese día me embriagué con un whisky de doce años que robé de la colección que solía tener mi padre, ese día me desvelé esuchando a Billie Holiday, porque aparentemente no hacer estas cosas, constituían un defecto de carácter.

Hoy es una de esas veces, en que me doy cuenta de mis incapacidades, desde que despierto me atormentan los agujeros que lleva puesta mi alma, me envuelvo en las cobijas, me da miedo despertar y sobre todo... lo encuentro inútil

Me digo a mi misma, que hoy no me mataré porque aún me falta terminar el libro... un libro, y pienso que siempre habría que estar leyendo un buen libro, para que nos salve la vida en las mañanas como esta.

Tu te niegas a compartir conmigo, todo esto que yo misma me se incapaz de compartir pero que desespero por entregar un día,
y también está todo lo otro, todo lo que quiero dejar atrás, y no lo hago, porque sigo esperando que alguien me lo pida
No puedo cambiar por mi misma, por eso necesito que me pidas votos de aquellos que piden los que aman y que los que aman de vuelta son capaces de entregar

Me despierto pensando que si alguien me pide que le ame, le amaré sin restricciones. Me doy cuenta muy pronto que también soy incapaz, reviento en llanto.

Reviento en llanto con más frecuencia de la que me gustaría, pero eso tu lo sabes bien y te burlas, te burlas y te quejas. Porque lloro a escondidas. Porque te extraño
porque eres tan incapaz de quedarte como yo lo soy de irme contigo.
de detener mi llanto.

No enjugas mis lágrimas porque son mías.
Porque mis lágrimas las provoco yo, y yo misma habré de erradicarlas en sonrisa.
Esa es una de mis habilidades favoritas
mi sonrisamueca
no seré alegre pero no soy ninguna víctima
tu lo sabes bien
o lo sabrías si existieras...

Yo a veces lo olvido, pero me escribo mensajes en los vidrios.

Junto con la infinidad de cosas que me son imposibles comprendo, la infinidad de otras de las que soy capaz, más que reconfortarme me aterran y me haces falta porque mi miedo es una de esas cosas que he querido entregarte junto con mis tristezas, para que te las lleves lejos cuando te vayas, porque siempre habrás de irte. He querido dártelas para que las pierdas, para que las olvides, pero nada te entrego y nada me pides

porque tu camino es largo, y tu paso es corto, porque aunque no las quiero, ni siento apego por ellas, al darte mis lágrimas te obsequiaría demasiado. Así que te marchas y me pides mi llanto, y no te lo entrego porque no das nada a cambio

Siempre, a lo largo de todos estos años te he mirado partir, te he visto hacerte pequeño en el camino y algunas veces (cuando te he importado) has volteado en señal de despedida, todos estos años te he visto convertirte en un punto en la distancia para luego desaparecer
luego he cerrado mi puerta y vuelto a la cama, he abierto un libro cualquiera mientras me repito en voz baja, "Hoy no me mataré"